Historia estelar de Don Cesto
En una noche estrellada, Don Cesto estaba en la terraza de su casa meciéndose sin poder dormir. Mientras miraba el cielo, vio una estrella fugaz y logró visualizar con claridad algunas constelaciones. Con asombro notó que había una mujer llena de luz a las afueras de su casa; se acercó preguntándole si la podía ayudar en algo. Aquella señora decía llamarse Pachi, quien tan solo dijo: Ves allá arriba lo brillante que está la Killa, tu corazón es como una estrella, glorioso, mágico, celestial, y generoso. La gracia divina de la Vida debe ser honrada con el gesto de dar, enalteciendo así los corazones en una tradición que deberás seguir cada año, el agradecimiento es el camino a la abundancia” Es así como Don Cesto cayó de su mecedora despertó y sintió la necesidad de obsequiar cestos en Navidad y cada ocasión especial en símbolo de gratitud por tener la oportunidad de una experiencia de vida tan plena y bienaventurada.